sábado, 5 de noviembre de 2011

Se alquila

Se alquilan balcones desangelados, se alquilan en la luna los adosados
y el peñón de la quinta puñeta pues el de la cuarta está embargado
el de la tercera lo tienen perros ingleses y el de Perejil Arguiñano,
en segunda y primera línea de playa nunca jugamos.
Se enciende de rojo un escaparate,
se alquila el pequeño sexo sexi de una rubia muñeca de largas piernas.
Se enciende al rojo vivo tu deseo y entras. Y sales por donde entraste.
Repites. Cayendo en la misma piedra.

Se alquilan todo tipo de carruajes, se alquilan las bicis,
las limusinas, las barcas y las barcazas y sus atraques.
Se enciende de rojo un escaparate,
se alquilan los generosos senos  de una voluptuosa cubana de apretadas carnes
que no necesitaría dar volumen a sus tetas para cantar un son francés a capela.
Es puro simplismo es-teta.

Se alquila todo cuanto quieras ser, se alquilan trajes
y porqué no disfraces,
también gabardinas de cuello alzado,
por si alguien te reconoce cuando
se enciende de rojo un escaparate
y una voz ronca te brinda unos labios grana bien perfilados,  
mientras tú sorbes el whisky, él derrite en su boca dos hielos
y su nuez sube y baja como un ascensor exterior por su garganta,
de anónimos pasajeros,
y en su comisura quedan los restos.
Y, como en “Juego de lágrimas”, jugamos a caballeros
y los limpias con tus manos, sin ensuciar el pañuelo,
e imaginas  que quien se ha arrodillado es una glamurosa chica.
Miénteme y di
Di que soy un tipo duro, que ya no estoy tan seguro.

Se alquilan viajes de aventura, safaris organizados se fingen salvajes,
¡Bon voyage! El voyeurismo es un deporte de riesgo contra la rutina.
Se enciende de rojo un escaparate:
sabanas recién planchadas para la impecable esposa del Coronel Tapioca;  
sábanas desordenadas en que se corretean las fieras y la cazadora.
Un cuerpo de ébano se prende en fuego
y otro de marfil con sus colmillos dentellea
contra la pecable señora furtiva
que ordena un alto el juego
para alcanzar la cantimplora y hacer gárgaras
frente a la cámara acuática del esposo impecable
que se limpia el sudor con una toalla de camuflaje.
El documental empieza, se enciende de rojo un led.

Se alquilan vaginas. Se alquilan las madres y sus barrigas.
Si eres del pueblo llano sólo podrás comprar lo made in china,
las madres chinas son las más baratas
en este imperio del consumismo del todo a 100.
Para todo lo demás, siempre hay un precio
que el dinero no siempre está dispuesto a pagar.
No soy abogada de la propiedad privada,
ni fiscal de este coleccionismo de usar y tirar
yo solo soy una criminal del autoconsumo y su reciclaje,
haciendo caso omiso a lo que nos venden,
cuando se encienden de rojo los escaparates
y el color exhibe todos sus matices en una cromografía
de fuegos artificiales y juegos artificiosos,
de maniquíes que muestran toda su artillería
ligera y pesada, e inventan tus necesidades
en esta idílica pornografía.

Prefiero fumar en casa, te invito a café y porros,
pasando de largo del coffeeshop.
Imaginemos
que el maniquí atraviesa el cristal para cobrar otra vida
donde se puede rascar la nariz o la entrepierna si le pica
sin espectadores ni hooligans callejeros en despedidas de solteros.
Imaginemos
que algún atardecer me detengo frente al  escaparate roto
dónde sólo cuelga una bombilla tan fundida como la mía
y un cartel de “Se alquila”.
Estoy también yo por colgarme a veces,
un rótulo
en la frente:
Se alquila por traspaso,
por reformas, por quiebra.
Se alquila por liquidación final
¡Cómo si la liquidación tuviera
estados intermedios que no sean torturas! ―.
Se alquila por cierre, de mente.
¿Te arrendaría pues, mis dos dedos de frente?
¿Yo que no tengo luces y sí riesgos de derrumbe?
Mejor, como hasta ahora, okúpame,
apuntálame cuando me esté cayendo a pedazos
átate a mí cuando vengan a demolerme.
Haz que mis pilares aguanten por algún sueño,
aunque a veces no encuentre uno propio,
y rellene mis insomnios de los ajenos.
Reivindícame por el derecho a un techo
con una pintada anarca y un concierto punkarra
y promueve dentro de mí una actividad cultural.
Si no, estaré vendida y privatizada.

SE ALQUILA
913 23 45 67

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