Una vez vi algo extraordinario. Una margarita se rebeló contra una de esas tontas que arrancan sus pétalos con la monótona cantinela del “Me quiere. No me quiere”:
¿Es que no basta arrancarme la cabeza del tronco
sino que mientras me queda un poco de vida,
me torturas,
sacándome los pelos uno a uno,
porque no eres capaz de tirarte de los tuyos
y no contenta con la respuesta obtenida
justo cuando muero calva,
como la oportunidad perdida,
coges a otra hermana
y si conmigo comenzó la historia con “No me quiere”,
pruebas esta vez diciendo en el origen “Me quiere”?
Si te quisiera no dudarías, estúpida asesina.
Existe un poema en euskera, de Igor Estankona, que dice:
ResponderEliminarMaite nauzun jakiteko
lorea mutilatu behar badut,
nahiago duda horrekin hil.
Si para saber si me amas
he de mutilar una flor,
prefiero morir con esa duda.
Salud.
Itx