jueves, 4 de noviembre de 2010

As time goes by. El comienzo de una hermosa amistad.

Agosto es un buen mes para anunciar el nacimiento de esta canción. Se cuenta que es el mejor guión de cine, que se fue escribiendo a medida que se iba rodando, que ni actores ni guionistas supieron hasta el final el final. A mí quien me pone es ese Humphrey y su forma de sujetar el cigarrillo. Mataría.., miento, entonces...¿daría la vida? Es decir, ¿me suicidaría o engendraría.?.. por poder suplicar en ese susurro ordenante “play it again, Sam o como quiera que te llames” aunque en español me gusta más, porque yo diría “tócame otra vez, Sam o como quiera que te llames, tócame otra vez”, convirtiéndolo en un asunto más personal.

Insert  Word, 
te haré un poema acorde
Ón
y te encenderé,
lengua de fuego en la entrepierna,
crece y mengua,
dilata
delata
contrae
oculta.
Escucha mi canción,
te la susurro:
Play
it again”.
Otra vez.
Rewind,
rebobina saliva
y Rec-uerda                                                                                                                  
“a kiss is just a kiss”
¿y un par?
¿Un par?
 Offfff!!!!
Corten! Apaga y vámonos,
mis protagonistas merecen 
buena puesta de sol
cuando la noche entra en escena.
Foward,
acelera tiempo
y sueña,
adelanta las cicatrices de la contienda
que son la meta de las heridas que chorrean
chorras entre lágrimas secas.
REc-rec-e y revienta
grabando pistas equivocadas
en cintas rayadas.
Pause,
Pa(u)se, deténgase y vea mi escaparate.
Stand pintado de noche
–todos los gatos son pardos,
también las gatas-,
estrellas y letras de plata.
Estoy detrás pero mis dedos no manejan títeres sin cabeza,
se movieron solos y seguí quedándome atrás.
No fue un show que debiera continuar.
By, bye, bai, sí.
Bic, el boli,
que has de meter en el agujero,
a esta cinta se le anudaron las tripas
de tanto recuerdo.
Pero saca las vísceras,
ponlas a secar en el árbol
que espanten a los pájaros
o sirvan de señuelo
para que no picoteen
la cereza de mi higuera.
Pobre, él se lió con el guión,
ella ha de tener una buena sesión
de maquillaje,
pintar una sonrisa
decirle al sastre…
¿qué cosa?
el botón de su escote,
pues solo se trataba de la insinuaci-ón
del canal al pez-ón,
al gran pez encendido.
No había escenas de cama
ni tiendas
de campaña
de marketing,
Ven, paparazzi ,
fotografía mi exclusiva,  
publícala
saca a la luz mi viejo y apolillado abrigo,
que me voy de vacaciones en el mar,
que anoche,
te colgué en una percha del revés
haciendo cosquillas en la barriga
a las nubes
y han pasado de la risa al llanto.
Mira- me, me- mira,
mi nueva y bonita sonrisa.
En algunas fotos saldré provocativa,
re-verde sin causa,
una joven madura
que acabará podrida.
No sé dónde dejé la cás
cara
dura
se me reblandeció tras el porrazo.
Stop,
paro el carro que atropello al arriero
en cuyo camino nos encontraremos.
Ya inventaré un buen The end
de créditos que siempre deberemos
a los bancos
de peces
eyaculados
a bocajarro
moribundos en el mar del deseo,
en mi boca  que fuera de cielo
ahora de cieno.
Playing,
jugando,
enredando besos en tu pelo,
me atraganté y no tengo
el aceite de malta a mano.
Morí,
(solo un poquito)
sonaba Lolita en la radio.
¡Qué horrible fin!
No era la canción que elegí.
Yo inventé el personaje que muere lento,
como el juicio
final
que espera el preso.

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